El Mar Muerto de España, una joyita que no conocías (y deberías)

Cada año millones de personas visitan el famoso Mar Muerto para vivir la mágica experiencia de flotar en sus aguas y aprovechar sus propiedades curativas. Lo que hace posible no hundirse y poder tumbarse en el Mar Muerto es su gran concentración de sal que también le aporta coloridos tonos y lo convierte en una maravilla natural que todo el mundo quiere conocer. 

Este enclave se encuentra entre Israel, Cisjordania y Jordania, y no todo el mundo tiene la posibilidad de viajar hasta allí para conocer el Mar Muerto. Pero no hay que preocuparse, porque las propiedades salinas que le otorgan sus características a la gran masa acuática, también pueden encontrarse en nuestro país. 

España es un país en el que la naturaleza fluye y brota de manera inimaginable, por ello tenemos la suerte de contar con enclaves impresionantes en los que disfrutar de manantiales, lagos y ríos con propiedades increíbles. De hecho, existe un lugar en el norte de España en el que te sentirás como en el Mar Muerto y del cual no querrás salir. 

El Mar Muerto español

Viajamos hasta la provincia de Álava para descubrir un enclave en el que relajarse y disfrutar de un paisaje poco común que te dejará sin palabras. Se trata de el Mar Muerto de España, conocido como el valle salado de Añana, un paraje natural cuyo origen se remonta a cerca de 7.000 años atrás y que es una auténtica maravilla. 

Este curioso destino está considerado como uno de los paisajes con mejor conservación de toda Europa por su ejemplar armonía entre el enclave, la arquitectura, sus características geológicas, el valor paisajístico y su biodiversidad. La existencia de este paraíso salado tiene una explicación científica fácil de comprender y espectacular para vivir.  

El origen de este enclave se debe a un fenómeno geológico conocido entre los expertos como diapiro. Se trata de un proceso por el cual los materiales antiguos de poca densidad suben hacia la superficie terrestre buscando el exterior. Pero no es un proceso sencillo ya que comenzó hace más de 200 millones de años cuando las rocas comenzaron a ascender desde el interior de la tierra.  

Cuando la lluvia cae sobre estas tierras, comienza a atravesar los estratos inferiores haciendo que las capas saladas asciendan a la superficie en forma de manantiales creando este enclave único y mágico. Debido a su espectacularidad, el valle salado de Añana está considerado como Patrimonio Agrícola Mundial desde el 2017, siendo el único con esta distinción de todo el continente europeo. 

Un spa y manantiales salados

La existencia del valle salado de Añana es tan antigua que se remonta a millones de años atrás, de hecho, cuando no existían los continentes y estaban unificados en uno conocido como Pangea, Araña se encontraba sumergido bajo las aguas del imponente océano mundial. Gracias a la evaporación de esta masa acuática es posible a día de hoy disfrutar de un enclave en el que la sal se convierte en un spa con manantiales. 

Allí podrás disfrutar de un agradable paseo por las salinas, pero también podrás pasar un día de relax en el spa salino de las Salinas de Añana cuyas aguas nos recuerdan a las del famoso Mar Muerto. Los beneficios que aportan al cuerpo las propiedades salinas del spa harán que vivas una experiencia única solo comparable a un baño en las aguas del famoso mar. 

Por si fuera poco, también podrás descubrir sus espectaculares manantiales encargados de suministrar la salmuera de forma natural y continuamente para que este enclave nunca pierda su magia. En este valle hay una gran cantidad de ellos, pero sin duda los más famosos son el de Fuentearriba, La Hontana, El Pico y Santa Engracia, conocidos por su gran caudal y abundante salinidad. 

No pierdas la oportunidad de viajar a este enclave natural único en el que conocer un poco más sobre las particularidades de nuestro país y disfrutar de unos días de paz y tranquilidad sumergiéndote en sus aguas saladas que tanto recuerdan al Mar Muerto sin la necesidad de salir de España.